Thursday, January 10, 2008

10.30 pm. Quito. 7 de enero de 2008
Estamos a cinco minutos de salir hacia pueblo viejo, el lugar donde cogeremos el bus para montañita, han pasado ya 11 dias desde q sali de Cali en un bus agotador hasta Túmaco.

Tumaco fue una experiencia extrana, un puerto pequeno parecido a buenaventura, mucho mas tranquilo y con una playa similar a la de la barra (mas blanca y con buena ola), lo mas importante de tumaco fue compartir con el chiqui, los tragos de narino en el patio de su casa desde dnde se ven los esteros del pacifico.

En Tumaco conoc a Atala, mi guia aunque ella no conocia nada de Tumaco y habia vivido toda la vida alla; la otra tumaque;a fue Angela, hermana de Atala, con ella entendí la dinámica económica de la region debido a que trabaja en una empresa de palma africana, ella me conto que de este negocio dependen 1600 personas entre campesinos y empresarios, lastimosamente una plaga infernal ha llegado a destruir los cultivos y no se ha encontrado la cura, la palma africana de la region tiene dos o tres años de vida, una catastrofe!!

Estamos ya recorriendo Quito, una neblina ensombrece la ciudad y se despide de nosotros con ese aire de nostalgia que siempre se siente al dejar un lugar atras. Ahi quedaron la inolvidable noche de rumba con las chilenas, la avenida amazonas, la mariscal, la calle de los hostales, las azafatas de avianca que conocimos en el teleferico, quienes nos juraron que algun dia haran un viaje como este; atras quedo esa ciudad de la cual esperabamos poco pero nos atendio con delirio, de la misma manera como lo hizo Pasto.

San Juan de Pasto fue una verdadera fiesta, un carnaval en todo el sentido de la palabra, el carnaval de negros y blancos es un homenaje al dialogo entre dos culturas, la del pacifico, la negra; y la andina, la blanca. No es una rumba por la rumba sino la expresion de una sociedad: desfiles de comunidades, comparsas donde conviven todas las clases sociales, y el juego!! El juego es la batalla de cariocas, harina, y tinta negra, este consiste en que si usted sale a la calle no puede quejarse porque todos tienen derecho a ensuciarlo, es por eso que la mejor decision es salir a ensuciar, esto rompe cualquier eje de tension y lo convierte en un goce, en la risa, en un espacio de tolerancia con el otro.

Pachanga y Mary fueron excepcionales, todo el tiempo pendientes, todo el tiempo felices, incluso cuando despues de esa gran fiesta a mi me dio por subirme a la terraza a cantar canciones de calamaro, fito y control machete a todo pulmon, estaba bien borracho, je je je...Que Viva Pasto Carajo!!

Quito se ve a lo lejos, estoy a tres puestos de mis companeros de viaje, chicha y cabro, voy solo porque de algun modo yo soy el metido del parche, ellos van a quedarse juntos en Argentina, y yo me devuelvo a seguir con mis rutinas en Cali, de todos modos me gusta estar solo porque me tomo este tiempo para escribir. Viajar con ellos es una forma de despedirme de dos grandes compañeros de vida, personas a las que odie hace unos añoos y que casualmente so amigos mios gracias a un viaje. La historia es la siguiente.

Hace años en el colegio, ellos dos visitaban a las mismas nenas que yo. Una vez, cada uno por su lado caimos a una finca donde estaban estas nenas, era un retiro espiritual o algo asi, al llegar alla nos miramos feo (estupida costumbre calena), pero no nos dijimos nada. A eso de la una de la mañana, ya estabamos rascados y de pronto empezo el tire y afloje y estabams a punto de darns en la cara cuando aparece el papa de la duena de la finca,que no sabia que estabamos alla, y nos hecha a todos a la calle y nos deja tirados en la carretera al darien a esa hora, estuvimos a punto de ser robados por un grupo de cinco manes armados, un perro de una finca nos ataco y dormimos en una choza abandonada, a punto de morir de frio, desde ese dia son dos de mis mejores parseros, teniamos 14 anos.

Ya se acerca Montanitas, y todavia me falta mucho por contar de Quito.

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