Sunday, April 02, 2006

DICIEMBRE 16 DE 2005. 4:20 PM.
DEPARTAMENTO DEL MAGDALENA.
TRONCAL DEL CARIBE
Hace dos horas vimos el mar, íbamos en una buseta que va de Cienaga a Santa Marta. Después de una larga curva aparece en su inmensidad; me recuerda hace dos años cuando hice por primera vez este viaje, a mi lado iba un amigo que no veía el mar hace 6 años, ese día se quedo pegado a la ventana, “volví, aquí estoy mar”; en esa oportunidad estuvimos acompañados por Pambele, se montó en el terminal de Cartagena - un terminal que nada tiene que ver con la opulencia de la ciudad turística - nos acompañó hasta Cienaga, no pudimos grabarlo ni hablarle, estaba como borracho. Ese día nos contaron que Pambele no paga bus en toda la costa atlántica, todavía es un ídolo que brilla en el embrujo de esta zona de Colombia.

Hemos salido del terminal de Santa Marta. Llegamos muy tarde y no había buses que salieran para el parque. Solo hemos comido sándwich, cada uno trajo 10 para el viaje, ya se están agriando los que quedan. Alquilamos un taxi por 40.000 pesos, nos salio caro después de negociar por más de una hora. Acaban de multar al taxista por llevar sobrecupo, intentamos persuadir a los policías pero desistimos, no queremos que por nada del mundo nos hagan una requisa.

Faltan más o menos cuarenta minutos de trayecto en carro hasta la entrada del parque. Nuestros cálculos confirman que vamos a llegar de noche al sitio de camping, la idea es que no nos coja la noche caminando, la caminada es mas o menos de una hora por selva hasta el mar, estamos cada vez mas cerca, de vez en cuando a través de la ventana aparece el mar. Tenemos hambre, hay que llegar a ubicar el lugar de camping, montar las hamacas en palmeras que no tengan cocos peligrosos, hay que cocinar, todos tenemos mucha hambre.

En la foto, de izquierda a derecha: Aleja, Cristian, Iván y Carlos.

2 Comments:

Blogger Cristhian Carvajal said...

Que bien fue ver el mar después de 6 años, coincidencialmente el mismo tiempo que llevaba tu amigo en el viaje pasado. Yo no me quedé pegado a la ventana, quizá por mi poca expresividad, pero la imagen la tengo en mi mente y es simplemente maravillosa.

Esto me recuerda que fue muy cagada eso de la multa con le taxista, que actuando honradamente, nos cobró la tarifa legal y que, sin embargo, seguramente no le alcanzó para 'cubrir' la multa.

Desde este momento comienzan a 'aterrarme' la amabilidad de los costeños, que terminó por confirmarse con la gente de la Guajira, quienes fueron absurdamente amables.

Monday, 10 April, 2006  
Blogger Emprende y Gana Online said...

viajar a vietnan

Monday, 30 March, 2020  

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