Sunday, March 30, 2008

EL PAIS DEL VIENTO
william ospina

"Yo vine a la conquista de la selva, y la selva me ha conquistado. /(…) Nada es piedad aquí, nada es dulzura. / Si son crueles los monjes en los penumbrosos claustros de España, / si son degolladores los reyes y envenenadoras las reinas / en sus artísticos salones llenos de lienzos y de lámparas, / si son perversos los obispos y lascivos los papas / en la nube de mármol de sus tronos romanos, / si son despiadados los clérigos que leyeron a Homero y a Séneca, / si son salvajes los capitanes que comen la carne cocida, / salpicada de jerez y orégano, / si bajo Europa entera aúllan las mazmorras, / ¿cómo puedo ser manso en estas tierras, / ceñido por las selvas impracticables, / lejos de esos palacios tapizados por la letra y la música? / He decidido ser un tigre. / La selva invade el alma como un vino. / Aquí no hay bien ni mal sino el zarpazo. (…)/ Déjenme a mí el palacio de estos atardeceres que se parecen a mi alma, / donde bestiales tropas me adoran de miedo, / donde debo mirarlos como un buitre para que no me maten, / donde los últimos ángeles de mi infancia se descomponen en las ciénagas tibias, / donde los hombres solos, desprendidos del barco de los siglos, aprenden a ser crueles, / a combatir el cielo a dentelladas, a recelar en el amor la emboscada. (…)/ Sé que al darles la espalda, estos hombres me miran como perros. / Sé que estoy afilando el cuchillo que pasará por mi garganta".