Tuesday, June 27, 2006
Wednesday, June 21, 2006

Carlitos me dijo que no iba porque iba a invertir el dinero en su primera publicación. Cristian no se había ni enterado, o mejor, había olvidado que debía ir a este lugar; caña flecha no tenía ni un cuarto de la plata porque no le pagaron una deuda; Ivancho tenía problemas con dejar a su papá (quién estaba enfermo) y a su mamá, los dos tenían encima que su hermana se había ido a vivir a Italia; Memo me dijo que si podía me caía; Diego compró un pasaje para Santa Marta sin saber si terminaba la contabilidad de sus clientes.


Son eso de las 10:30 PM. Iván y yo somos los encargados de la fogata. Una sombra oscura aparece en el horizonte, la nube se posa sobre las olas de un mar que no cede al golpe. La llama baila puya al compás de un viento huracanado. Le echamos hoja de palma seca y se enciende con fuerza. Hay noches en que no hay nube que nos perturbe, y cuando no hay nube no hay viento, y si no hay viento hay zancudos, y si no hay viento se demora la fogata, y si se demora la fogata se demora la cocina, y si se demora la cocina te pican los zancudos.
Mañana iremos a la piscina de las olas, ojala no llueva hoy. No veo la hora de comer y acostarme en la hamaca.